UN DÍA
SIN INSPIRACIÓN
Ese día fue terrible…
Les juro no tenía nada. Pero
¡NADA!
Y ya habían pasado meses desde mi
última publicación.
Miraba las teclas, la pantalla.
Sin gana
Alguna de mostrarle al mundo otro
sublime poema. Otra gran creación.
Salía al patio, miraba las flores
con calma.
Permitía que el buen sol me
regalara un poco de su dulce calor.
Tomé un poco de café. Me acosté en
la cama
Y, boca arriba, observaba dando mil
vueltas el ventilador.
Me paré de la cama, sin mucha
esperanza
De conseguir algo. Desayuné mientras
veía la televisión:
Muñecos. No estoy para
zoquetadas.
Pasé al canal político y noté hablaba la oposición:
Un godo de la vieja escuela
llamando ladrón al presidente
En un acto proselitista. Mas el
aludido, muy sonriente
En otro pase, lo ignoró y siguió
con su mensaje a la nación.
Se me vino la idea: ya que el
otrora poeta es ahora un complaciente
“lleva y trae” de lo que le
dicen, asumí resignadamente
Que es mejor escribir mil
pendejadas que pasar un día sin inspiración.
AUTOR:
ERRM
FECHA:
VIERNES, 14 DE FEBRERO DE 2020
ORIGINAL
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