GLOSA PARA UN NIÑO PROSTITUTO II
(GLOSA)
Piernas entre las dos y las diez, sin sus calzoncillos;
boquita rota y dos ojos de azul y bermellón.
Un reguero de esperma y sangre tiñen los pasillos
y un cansado ángel aguanta fuerte penetración...
Porque sí, porque no, debe agüantar la humillación
o de un coñazo le volarán hasta los colmillos;
y a todos se entrega sólo con una condición:
Piernas entre las dos y las diez, sin sus calzoncillos.
Eso sí: no acaban en él. Lo echan en los pocillos
ya que tanta leche en el culo le da fea irritación
ni tampoco mama pues le deja sendos moquillos,
boquita rota y dos ojos de azul y bermellón.
Y es serio al cobrar, una vez un carajo canallón
se fue sin pagar y le dieron hasta con cepillos
dos que el niño llamó; y desde entonces, en la pensión,
un reguero de esperma y sangre tiñen los pasillos.
Cae al fin la noche y empiezan a cantar los grillos:
todos se recogen y duermen en la fría instalación,
excepto el guardia al quien le gusta cogerse chiquillos
y un cansado ángel aguanta fuerte penetración...
AUTOR: ERRM
FECHA MARTES, 17 DE MARZO DE 2015
ORIGINAL
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