¡¿QUÉ DEMONIOS…?!
Ando apurado…
Voy a llegar tarde
al trabajo. Presto como un bólido,
Subo al auto
previo apenas sorber un poco de aquel café
(Mi esposa no
estaba y tuve que hacerlo). Este tránsito
Está apretado hoy.
Ciertamente, no sé si llegaré.
La cola es un
desastre. Gracias a Dios, mi jefe es indulgente.
Tiene una
paciencia que de dónde la saca yo no lo sé.
Al fin, luego de
media hora, el carro ya empieza a moverse
Y hago un suspiro
con una mezcla de tedio y poca fe.
Paso el
distribuidor. Acelero y le rezo a mi San José
Para que ya no
haya más colas que puedan extenderse.
Y justo cuando voy
llegando, un Ford Falcón color no sé qué
Tiene la genial
idea de, con un autobús, estrellarse.
Siento ganas de
gritar. Más, por respeto, decido aguantarme
Ya que el
conductor, hombre de cierta edad, mi padre podría ser.
Igual,
prácticamente, ya perdí el día. Resuelvo relajarme
Y reviso mis
correos en la tableta una y otra vez.
Dos horas más
tarde (más una pues me metí por dónde no es)
Llego al
estacionamiento y alguien me aborda: “¡Compadre!”
“¿Usted
por acá? Pensé que se reincorporaría el próximo mes”
¡Es
que me había olvidado por completo! ¡No puede ser!
Estoy
de vacaciones hasta Febrero. Hasta mi madre
Y
mi esposa me esperan en Acapulco ¡Dios, hay que ver!
AUTOR: ERRM
FECHA: LUNES, 21 DE ENERO DE 2019
ORIGINAL
No hay comentarios:
Publicar un comentario