INFARTO
Dos de la mañana…
Apenas pude dormir. Llovió toda la madrugada,
Las goteras son tantas y ya no me quedan recipientes.
No tengo para comer sino un poquito de mermelada.
Me la unto en la mano, saboreo y me cepillo los dientes.
El tráfico es terrible. Prendo la radio. No hay nada.
No tengo ni para el combustible. Se me explota una llanta.
Tengo que irme a pie. Me persiguen unos perros. Piso una caca.
Llego tarde. Me descuentan dos horas. Firmo unos expedientes.
Ya no tengo saldo. Quisiera irme: no me dan alicientes
En esta empresa. Sólo trabajo y una soez piltrafa
De salario que casi recojo del suelo. Malvivientes,
Eso es lo que son. Provoca armarme y lanzar una intifada.
Termino este monstruoso día, como toda la semana.
Desde los últimos veinte años que no son suficientes
Para un buen retiro. Es una pequeña compañía privada
Que apenas sí puede pagar algo. No tiene muchos clientes.
Paso por la panadería “sólo a ver”. Se ven tan calientes
Esos panes. Esa barriga me suena como preñada
Nutria. Llevo las manos a mis bolsillos tan relucientes
Agacho la cabeza y me sigo sobando la panza.
De pronto una luz me ciega…
Una que emana desde grisáceas nubes
Y se posa sobre mi envejecida cara.
¡Qué iba a saber yo que era
Mi último día en la tierra! Pues entonces
Un infarto le pone fin a mi dura carga…
AUTOR: ERRM
FECHA: MARTES, 27 DE SEPTIEMBRE DE 2022
ORIGINAL
No hay comentarios:
Publicar un comentario